Solo era cuestión de tiempo, para que los monitores adquirieran dimensiones considerables.
Esto gracias a la tecnologia de matriz, ya sea led, LCD u otra.
Esto quiere decir que podríamos hacer monitores de tamaño tendiente al infinito, siempre que contemos con la tarjeta gráfica, procesador de vídeo y memoria adecuada.
También está el hecho de poder desarrollar la pantalla como un módulo e ir sumándolos, permitiendo distintas configuraciones.
Ya se pueden ver en los estadios este concepto en las pantallas ubicadas a los lados del campo de juego. También pueden verse en los conciertos.
En cuanto a diseño, en el campo del vídeo, cine o mejor aún en el del video juego, estos avances se suelen hacer más notorios. El cine necesita agiornarse y está demorando en esto, cuando siempre han llevado la ventaja, ahora no.
He aquí un ejemplo de las dos cosas: pantallas más anchas y configuración modular. Aunque parece ser en estas, una asignatura pendiente, el resolver la franja que queda entre ellos.
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