jueves, 22 de noviembre de 2012

Carolina premiada como la excelente alumna y ahora profesional, que es.

Que menos se espera de un padre, que hinche su pecho orgulloso, gracias a la valía de su hija.

Pero no conforme con esto decido escribir en este abandonado blog, los intensos y emotivos momentos que han supuesto la sorpresa de asistir a la ceremonia de graduación de los alumnos que han finalizado la carrera del grado en administración de empresas, y entre los cuales se encontraba también nuestra hija.

La primera grata novedad ha sido el hecho de poder concurrir, ya que en un primer momento se nos había informado que solo podían asistir dos acompañantes, y yo no podía hacerlo en consecuencia, ya que asistirían Jesús su novio, y su madre Silvia, o sea mi mujer.

Agregada la posibilidad de un tercer miembro, me apunto a la visita también.

Lo segundo ha sido el lugar privilegiado que nos tenían reservado en primera fila, junto a otros ilustres miembros del grupo docente, un ex alumno y un delegado estudiantil.

En todo momento asistidos por el encargado de protocolo de la Universidad, que nos guiaba y asistía a Carolina, indicándole los pasos a seguir.

Iniciado el acto, hacen su ingreso y se colocan a mi derecha en sus sendos asientos, miembros destacados de la Universidad. Al menos eso parecía denotar su extraño atuendo que imponían a su vez respeto y solemnidad.

Entrega de la cinta académica.(no corresponde con la ceremonia celebrada)
Coloco una foto que encontré de un evento pasado, ya que no pude hacer una mía. Destaco que en esta foto, el sombrero de flecos y capa son de color azul, pero el mismo no se repite entre los distintos personajes, ya que había quien lo portaba, en amarillo, rojo, verde, etc.

La sorpresa mayúscula llegó cuando Carolina, fué llamada para decir unas palabras en nombre del grupo estudiantil de egresados, debido a su condición de premiada como la mejor alumna de esa promoción.